Se dice que la Eco-Reto es la carrera más dura del mundo. En el 2020 se realizó en Fiji y en el 2021 se llevará a cabo en la Patagonia. Esta expedición requiere de varias disciplinas llevadas a cabo en equipo, y es a contra reloj. La carrera es de cientos de kilómetros a través de territorios hostiles y salvajes, y dura varios días, sin parar. Muchos se apuntan, pero pocos logran llegar hasta el final. La carrera espiritual es similar, porque también requiere fidelidad hasta el final.
El apóstol Pablo, cuando llegaba al final de su carrera, aunque no sabía lo que le acontecería, permaneció fiel a la voluntad de Dios para su vida. Este misionero tenía el deseo de estar en Jerusalén en el día de Pentecostés. Cuando se detuvo en Mileto, de camino a Jerusalén, mandó llamar a los ancianos de la iglesia de Éfeso para animarles y prepararles para cuando ya no estuviera con ellos (Hechos 20:15-21).
Dios tenía un plan para Pablo y por ello el Espíritu Santo le guió a Jerusalén. Este evangelista caminaba en obediencia al Espíritu, aunque lo que sabía del futuro no era esperanzador. Por revelación del Espíritu Santo, Pablo sabía que sufriría prisiones y tribulaciones (Hechos 20:23). Asimismo, varios testimonios proféticos en diferentes ciudades confirmaban los sufrimientos que Pablo padecería, y por ello, varios creyentes intentaron disuadirle de ir a Jerusalén (Hechos 21:4, 10-14).
Pero a Pablo no le atemorizabanlas circunstancias desfavorables ni las amenazas a su vida, porque estimaba de más valor servir a Dios (Larkin). Incluso, en su carta a los creyentes en Roma, pidió oraciónpor su ministerio en Jerusalén, pues aunque no sabía lo que ocurriría, sí sabía que no sería fácil (Romanos 15:30-31). Jerusalén iba a ser el lugar donde Pablo sería acusado falsamente, apresado, y finalmente llevado a Roma para comparecer ante el César (Hechos 25:10-12).
Hubiera sido fácil para Pablo quejarse de lo que Dios le exigía, dudar y afanarse por el desconocido futuro, y demandar que Dios le dijera de antemano lo que acontecería, para luego determinar si realmente merecía la pena obedecer la Palabra de Dios o no. Sin embargo, Pablo no necesitaba saber lo que acontecería en el futuro, porque descansaba en el carácter de Dios. Este misionero confiaba en Dios y por ello no demandaba saber lo que pasaría. Pablo había aprendido que el plan de Dios siempre era mejor, aún cuando fuera difícil. El apóstol caminó conforme a la voluntad de Dios, obedeciendo Su guía. No tenía que conocer los detalles del porvenir porque descansaba en el control de Dios (Bock). No necesitaba afanarse por lo que no conocía ni entendía, porque sabía que su Señor era omnisciente y omnipotente. Por ello, se dirigió en obediencia hacia donde Dios le guió, sin relinchar; en completa paz (Isaías 26:3-4).
Pablo estaba completamente dedicado a la tarea que Dios le había encomendado. Al igual que un atleta está dedicado a la carrera, este predicador se esforzaba por alcanzar la meta, aunque requería sufrimiento. El apóstol valoraba más a Dios que su propia comodidad y aún su vida. Quería continuar proclamando el evangelio aunque resultase en sufrimiento y prisión, pues era su misión (Schnabel). Para este evangelista la preservación propia no era lo que más importaba, sino ser fiel a su Señor cumpliendo su ministerio (Stott). Pablo estaba dispuesto a entregar su libertad y su vida para servir a su Señor (Bruce). Había recibido su ministerio de Jesús mismo y quería complacerle. No solo estaba dispuesto a vivir por Cristo, sino también a morir por Él, puesto que era lo más preciado para él (Filipenses 1:20-21; 3:8). Dios era su prioridad y por ello deseaba ser fiel hasta la muerte, testificando del evangelio de la gracia de Dios.
¡Qué gran ejemplo a seguir! Pablo caminó fielmente con Dios adonde fuera que le llevase (Bock). ¿Qué de ti? ¿Hasta qué punto estás dispuesto a servir a Dios? ¿Estás dispuesto a obedecer a Dios cueste lo que cueste? ¿Exiges saber lo que acontecerá antes de obedecer? ¿Estás dispuesto a cumplir tu ministerio cuando las circunstancias son adversas? ¿Dudas del control de Dios sobre tu futuro? ¿Dudas del carácter de Dios cuando te vienen pruebas? ¿Valoras más a Dios que tus planes y tu vida?
Sé fiel a Dios adonde sea que te guíe.
Fuentes:
Bock, D. L. (2007). Acts (p. 628). Grand Rapids, MI: Baker Academic.
Bruce, F. F. (1988). The Book of the Acts (p. 390). Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans Publishing Co.
Larkin, W. J., Jr. (1995). Acts (Vol. 5, Ac 20:18–27). Westmont, IL: IVP Academic.
Schnabel, E. J. (2012). Acts (Expanded Digital Edition, Ac 20:22–24). Grand Rapids, MI: Zondervan.
Stott, J. R. W. (1994). The message of Acts: the Spirit, the church & the world (pp. 325–326). Leicester, England; Downers Grove, IL: InterVarsity Press.