En el mundo en que vivimos hoy, se están produciendo cambios rapidÃsimamente, pero la Palabra de Dios NO cambia. Aquà encontramos la primera gran diferencia; en el mundo cambian las cosas exteriores y materiales como la tecnologÃa, la manera de vivir; cambian los pensamientos, las ideologÃas, los intereses de las personas y poco a poco vamos viendo como el mundo va como una nave a la deriva, mientras como hijos de Dios, nosotros estamos en otro barco, estamos en otra nave, vamos navegando pero no en el mismo barco, lo cual quiere decir que aunque estamos todos juntos, no estamos revueltos, pues vivimos en la sociedad, vivimos en este mundo pero no participamos ni compartimos muchas de las cosas que vemos en este mundo. |