La lección de Hechos que debemos aprender es encontrada en los últimos versículos. No tenemos nada que hacer sino predicar el Evangelio. Pablo todavía es preso en Roma, pero dejado permanecer en una casa.
(Hechos 28:30-31) “Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.”